










Piratas, corsarios, bucaneros, filibusteros... han llenado miles de páginas con sus abordajes, motines, rebeliones, búsquedas de tesoros, amoríos, desmanes y morboso encanto. Este género de aventuras ha enganchado a generaciones enteras de adolescentes y, aunque ya casi no se publican novelas sobre él, el cine parece haber tomado el relevo con la saga Piratas del Caribe.
Éste es mi particular homenaje a clásicos del género que llenaron de emoción muchas horas de mi juventud como El Pirata (Walter Scott, 1821), La Isla del tesoro (Robert Louis Stevenson, 1883), El Capitan Blood (Rafael Sabatini, 1922), El Corsario negro y la serie de Sandokán (Emilio Salgari, 1898)... Como no podía ser de otra forma, la escena se aloja en un pequeño cofre/pirata en el que he realizado una especie de collage con todo tipo de elementos: naturales, de tela, papel, plástico, metal, pintura... Técnicamente no es nada purista, pero creo que resulta vistosa... ¿qué opináis?
El mapa del tesoro de piel y el libro que está en la barca son de Montse Folch; el pirata (con ligeros cambios de atuendo realizados por mí) es de Backstrom; el bote (tiene una escala menor, ya lo sé...) lo realizó mi marido hace muchos años; las palmeras, de papiro pintado; los loritos son de fimo y los monos, de plástico repintado...